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Sube al Castillo de Buda, contempla las vistas del Bastión de Pescadores al anochecer y cruza el Puente de las Cadenas para dejarte sorprender por todos los secretos que te esperan en Pest.
Tan solo serán necesarios dos días para que Budapest te conquiste con su particular encanto. Ese que destilan sus imponentes monumentos o las fachadas de sus magníficos edificios, llenas de detalles que tan solo se aprecian observándolas con detenimiento. Desde sus puntos más icónicos hasta joyas ocultas, como el Herendi Porcelain Palace o la Sinagoga Vasvári,
Día 1: Desde las colinas de Buda
No hay nada mejor para hacerse una idea de cómo es una ciudad que contemplarla desde un mirador. Aquellos que salpican Buda, entre los que destaca el Bastión de Pescadores -frente a la iglesia Matthias, de fachada gótica y con tejado decorado por azulejos de colores-, nos premiarán con algunas de las mejores panorámicas de Budapest, presididas por su icónico Parlamento, al otro lado del río Danubio.
Los jardines Bazar Váskert, a pie del Castillo de Buda nos dejarán más vistas de la ciudad de camino a los famosos Baños Gellért. De estilo Art Nouveau, estos históricos baños termales, construidos en 1918, serán ideales para relajarse en una de sus diez piscinas cubiertas y dos exteriores después de la caminata inicial por las colinas de Budapest.
Si buscas una visita diferente, por la tarde podrás visitar el Cementerio Nacional Kerepesi, en Fiumei Road, un lugar al que pocos turistas se suelen acercar, pero que está cargado de historia. Entre sus caminos nostálgicos se encuentra el National Burial Garden, donde yacen figuras históricas de Hungría en tumbas que fueron llevadas a cabo por famosos arquitectos y escultores. Disfruta del atardecer desde un crucero por el río Danubio. Ver cómo se ilumina el Parlamento, el castillo de Buda o el Puente de las Cadenas desde el barco será un momento mágico.
A la hora de cenar, podrás degustar la deliciosa gastronomía húngara en uno de los coquetos restaurantes de Buda, como Stand25 Bisztró o Déryné. En este último la cocina local se acompaña de ciertos toques franceses y su curiosa decoración te hará trasladarte a una isla mediterránea. Para terminar el día, si tu cuerpo aún te pide marcha, no dudes en descubrir algunos de los famosos 'ruin bars' de la ciudad, como Szimpla Kert.
Día 2: Los secretos escondidos en Pest
El Danubio es uno de los mejores lugares para iniciar tu segundo día descubriendo Budapest, concretamente en la iglesia de la Asunción, una joya arquitectónica con raíces medievales que en su interior guarda un mihrab del paso de los turcos por el país. En su puerta podrás tomar el icónico tranvía amarillo para disfrutar de una perspectiva diferente del Danubio o pasear por Dunakorzó hasta la bulliciosa Vörömastry tér, donde se encuentra el popular café Gerbeaud, perfecto para degustar sus tradicionales pasteles y recordar su historia.
Muy cerca se encuentra Herend Porcelain Palace, un espacio poco conocido pero fascinante para los amantes de la artesanía. En él se muestran algunas de las porcelanas tradicionales del país. Continúa hacia la Plaza de San Esteban, presidida por la majestuosa Basílica de San Esteban. Desde su cúpula podrás observar maravillosas panorámicas.
Después de comer, camina entre los lujosos establecimientos de la avenida Andrássy y sorpréndete con la arquitectura neorrenacentista de la Ópera Estatal de Hungría. Otra joya arquitectónica que no debes perderte es Adria Palace, un edificio situado en la Plaza de la Libertad que pasa desapercibido y que, tras su rehabilitación, volverá a recuperar el esplendor de sus días.
También podrás acercarte a la Sinagoga Vasvári, un templo escondido entre edificios modernos que destaca por su historia y arquitectura. Si te sobra tiempo antes de dirigirte al aeropuerto, despídete de la ciudad en alguno de los bares de vinos de Pest o en el café New York, eso sí, ten en cuenta que para entrar en la mítica cafetería tendrás que hacer una larga espera.
Como has podido comprobar, 48 horas en Budapest te premiarán con una experiencia inolvidable en la que combinar su cara más icónica con tesoros ocultos que muchos turistas pasan por alto.y déjate cautivar por su magia.
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