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En España destacan un sinfín de ciudades y pueblo bonitos que ofrecen todo tipo de arquitecturas y monumentos declarados, incluso, Patrimonio de la Humanidad. Aunque estos sean los destinos más llamativos, hay pequeños pueblos que más que el esplendor de sus calles o sus edificios destacan por sus fiestas. Es lo que ocurre con Mayorga, un municipio de la provincia de Valladolid que cada septiembre, cuando ya se ha dicho adiós al verano, se ilumina de antorchas y sus ciudadanos se visten con ropas viejas y sombreros.
Qué ver y hacer en Mayorga
Antes de entrar en su impresionante festividad, hay que hablar de Mayorga. Este pueblo de Valladolid guarda en su paisaje la historia de los paisajes castellanoleoneses, donde solo habitan menos de 2.000 habitantes (aproximadamente unos 1.600). Paseando por sus calles podrás encontrar el buzón de correos más antiguo de España, con una inscripción que data de 1793.
Por otra parte, más ligado a la gastronomía, uno de los atractivos del pueblo es su Museo del Pan. Se trata de un paraíso para los amantes de este alimento que no puede faltar en la dieta española, por lo que se pueden sumergir en su historia e incluso hacer talleres.
Sin embargo, lo más destacado de su arquitectura, así como pasa en otros pequeños pueblos, son sus lugares de culto. En Mayorga, uno de los lugares de interés es la Iglesia de Santa María de Arbas, que destaca por su estilo gótico-mudéjar. A esta se le une la Ermita de Santo Toribio, que está vinculada a la fiesta de El Vítor, por lo que esconde un gran simbolismo para la gente del pueblo, pero también para todos aquellos peregrinos.
El Vítor: una tradición de interés turístico nacional
Si por algo destaca Mayorga a nivel nacional es por su fiesta de El Vítor. Esta es una tradición centenaria que cada año, los 27 de septiembre hace al pueblo iluminarse con el fuego de las antorchas. Fue declarada interés turístico nacional, ya que conmemora la llegada de los restos de Santo Toribio Alfonso de Mogrovejo, beatificado en el siglo XVIII.
Para entender la historia hay que retrasar el tiempo al año 1752, cuando los restos de Santo Toribio Alfonso fueron trasladados desde Perú hasta su ciudad natal, Mayorga. En el país de América del Sur desarrolló gran parte de su vida misionera, volcado en la religión. Fue canonizado en 1726 por eso sus restos fueron recibidos con las luces de las antorchas, algo que ha perdurado hasta nuestros días ya sea por devoción religiosa o por el espectáculo visual.
Los habitantes de Mayorga desfilan por el pueblo portando antorchas hechas con pellejos de vino, encendidas con una mezcla de cera y 'pez' (cocción de tocones de pino). El recorrido de la procesión se desarrolla durante toda la noche y pasa por los lugares más emblemáticos, para finalizar en el punto de partida, la Ermita de Santo Toribio. Allí se terminan de quemar los pellejos que todavía quedan encendidos.
Cómo llegar a Mayorga
Para llegar a Mayorga desde Valladolid solo tendrás que hacer un trayecto en coche de 1 hora y 3 minutos por la N-601.
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