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Escápate de todo lo que conoces y disfruta de estas islas tropicales que, con sus corales y aguas cristalinas, enamoran solo poner el pie en ellas.
Siempre es bonito divisar por vez primera, desde la ventanilla del avión, el destino de un viaje largamente preparado y deseado. Pero en algunos lugares muy especiales esa primera panorámica es mucho más. Se convierte en un verdadero impacto visual que maravilla a quien lo contempla, haciendo que se pregunte si tanta belleza es posible.
Eso es lo que ocurre al acercarse en avión a Malé, la capital de las Maldivas. Desde mucho antes de aterrizar, la sucesión de atolones de arenas doradas y exuberante vegetación, rodeados por un mar de irreal color turquesa, se convierte en la antesala perfecta para unas grandes vacaciones.
Todo un lujo
La República de las Maldivas es un conjunto de 1.190 islas coralinas agrupadas en 26 grandes atolones. Se trata del país más plano del mundo, ya que la mayor altura en el interior de las islas supera apenas los 2 metros. Únicamente unas 200 de las islas están habitadas y, de ellas, 87 están dedicadas al turismo de vacaciones y ocupadas por un único resort.
Desplazarse por las islas no resulta difícil. Hay líneas de ferry, hidroaviones a precios para nada desorbitados, alquiler de barcos tradicionales de madera (dhonis), lanchas rápidas y, como no, las facilidades de movilidad que los resorts de lujo ponen a disposición de sus clientes. Es muy recomendable realizar un vuelo en hidroavión ya que, al volar a mucha menor altura que los aparatos de línea, permite divisar perfectamente los atolones e, incluso, ver desde el aire delfines, tortugas y, con suerte, hasta alguna ballena.
Las llegadas y salidas de Maldivas se realizan a través del único aeropuerto internacional, situado en la capital, Malé. Resérvate unas horas para conocer cómo es la vida de los habitantes de Maldivas visitando esta ciudad, sus mezquitas, el mercado del pescado, el Museo Nacional o el Palacio Mulleeage, de estilo colonial. La zona más concurrida por los turistas es la del embarcadero, donde se concentran la mayoría de tiendas y restaurantes de gastronomía local basada en el pescado y el marisco.
El reino del coral
Del coral y de los colores. Porque los fondos marinos de Maldivas están poblados por una doscientas especies de coral. Corales abanico, corales seta, acroporas rosas o blancos, de fuego, etc. Entre ellos, miles de especies de peces, con colores inimaginables. Peces payaso, peces trompeta, labios dulces, peces ángel y muchas otras especies.
Por tanto, aparte de disfrutar de las comodidades de los resorts de lujo, de las playas y las vistas, las actividades al aire libre están relacionadas con el mar. Windsurf, kayak o paddle surf, aunque son el snorkel y el submarinismo las más solicitadas. Los resorts de lujo tienen sus propios centros o convenios con empresas que prestan esos servicios.
Buceo nocturno con mantas
Algunas empresas especializadas, organizan cruceros nocturnos que incluyen la posibilidad de realizar una inmersión nocturna. Acompañados de expertos en buceo y con todas las medidas de seguridad, esta inmersión tiene lugar en una laguna a unos 8 metros de profundidad. Para garantizar la presencia de mantas, se coloca un potente foco en la popa del barco que atrae una gran cantidad de plancton. Las mantas se concentran de tal manera en alimentarse que se abstraen totalmente de los que ocurre a su alrededor, circulando alrededor de los buceadores, llegando a rozarlos a veces sin importarles su presencia.
Descanso sublime
Maldivas es un sueño hecho realidad
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