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Ansó, que forma parte de la asociación Los pueblos más bonitos de España, es un pequeño pueblo de calles de piedra y grandes casonas señoriales en el que todavía es posible pasear con calma mientras admiras su buen estado de conservación, tanto de sus casas como de sus monumentos.
Encabezando la lista, el interior de la iglesia parroquial de San Pedro, con su retablo mayor de estilo barroco, y el museo del Traje Típico Ansotano. Y es que aquí al traje de baturro le dieron un toque especial con más color gracias a la basquiña (algo parecido a un gran delantal) y los muchos adornos que lucen tanto en el traje como en los pañuelos.
En Ansó destacan su iglesia parroquial de San Pedro y los museos Etnográfico de la Casa Morené y del Traje Típico Ansotano
En este pueblo que da nombre al valle de Ansó también es interesante su Museo Etnográfico, ubicado en la Casa Morené, la misma en la que vivía la familia que le dio nombre y en la que hoy se puede apreciar cómo era la vida en el valle.
Tradiciones y leyendas
Doce kilómetros y unas cuantas curvas por un paisaje impresionante separan Ansó de Hecho, otra de las maravillas del Pirineo aragonés que hay que visitar. Aquí la piedra domina el paisaje en el que tan arraigadas siguen las tradiciones. Incluso tienen un dialecto del aragonés propio llamado cheso, del que podemos encontrar varios libros publicados.
En Hecho tienen un dialecto del aragonés propio llamado cheso, del que podemos encontrar varios libros publicados
Hecho es fácilmente reconocible por sus chimeneas, todas terminadas con piedras estratégicamente colocadas para lograr determinadas formas. La leyenda dice que solo así se evitaba que las brujas se colasen en las casas. Otro dato curioso es que en este pequeño pueblo de poco más de 600 habitantes se ubica un interesante Museo de Arte Contemporáneo en el que podrás disfrutar de una exposición permanente de esculturas al aire libre.
El monasterio más antiguo de Aragón
Ese se cree que pudo haber sido el Monasterio de Siresa, dedicado a San Pedro, el primer monasterio de Aragón. Datado en el año 833, sigue llamando la atención por sus dimensiones y por la leyenda que asegura que aquí se custodió el Santo Grial.
El Monasterio de Siresa, dedicado a San Pedro, data del año 833 y se cree que fue el primer monasterio de Aragón
Variedad de paisajes
Si los pequeños pueblos de estos últimos valles aragoneses son un remanso de paz repletos de preciosos rincones, los paisajes que lo rodean son una auténtica maravilla. Siguiendo la carretera que nos ha llevado de Hecho a Siresa, después de atravesar la Boca del Infierno encontramos la entrada del Parque Natural de los Valles Occidentales y la Selva de Oza, un gran bosque de hayas y abetos repleto de rutas por las que perderse.
El Parque Natural de los Valles Occidentales y la Selva de Oza ofrecen un gran bosque de hayas y abetos repleto de rutas de senderismo
Uno de los paisajes más espectaculares es el que encontramos en Aguas Tuertas, donde el río Aragón Subordán forma grandes meandros. Algo más exigente es la subida al Ibón Acherito, cuyos paisajes son alucinantes. Más sencilla es la ruta que sigue una antigua calzada romana. Un camino circular que parte del Centro de Interpretación del Megalitismo. La senda alterna partes junto al río y otras entre frondosos bosques y está muy bien señalizada.
Aquí también se esquía
Si se parte desde Ansó, al norte nos esperan los entornos naturales de Zuriza y Linza, donde también predominan los extensos bosques de hayas que alternan con amplias laderas. Además, si vienes en estas fechas, recorrer estos paisajes con raquetas o practicar esquí de fondo en las pistas del Espacio Nórdico de Linza son otros dos planazos que no te puedes perder.
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